miércoles, 18 de septiembre de 2013

PRESENTACIÓN DE LOS LIBROS DE LOS RETABLOS Y GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN CARRICHES


Hace algunos días que se presentaron en Carriches los libros de los "Retablos en la Comarca de Torrijos" y "La Comarca de Torrijos durante la Guerra de la Independencia", con una gran acogida en la presentación y un gran éxito de ventas.

Aquí os dejo el texto de mi presentación, para los que no pudieron estar allí.

Buenas Noches:

De nuevo nos reencontramos en Carriches para asistir a un acto cultural tan importante como es la presentación de dos nuevas obras relacionadas con nuestro pueblo, en cuanto a su historia y su patrimonio histórico. Se trata de los libros “La Comarca de Torrijos durante la Guerra de la Independencia” y “Retablos en la Comarca de Torrijos”.

Pero antes de nada, quisiera agradecer la presencia hoy aquí de Julio Longobardo, presidente de la Asociación Amigos de la Colegiata de Torrijos, Académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y de la de Historia y Arte de Torrijos y miembro del Instituto de Estudios Comarcales “Señoríos de Entre-Ríos”; Teodoro Cañada, Instituto de Estudios Comarcales “Señoríos de Entre-Ríos”; Isidro Castaño, Alcalde de Carriches; Señores y Señoras Concejales, cura párroco de La Mata y Carriches, compañeros de las diferentes asociaciones en las que participo (que parecemos como los tostoneros, de pueblo en pueblo presentando nuestros trabajos), familiares y amigos, tanto de Carriches como de pueblos vecinos como La Mata. Muchas Gracias por acompañarnos.

Retomando el asunto que nos trae hoy aquí, hablar de estos dos libros, quisiera comenzar por el que primero fue presentado, concretamente en Santa Olalla, el pasado año 2010, con una gran acogida por los lectores interesados en conocer los acontecimientos históricos relativos a Torrijos y los pueblos de la Comarca durante aquella guerra que marcó el inicio de la Edad Contemporánea Española.

Participan de este proyecto gran cantidad de pueblos de nuestro entorno (46) entre los que destacan Gerindote, La Puebla de Montalbán, Torrijos, Fuensalida, Alcabón, Val de Santo Domingo, Carmena, Huecas, Maqueda, Santa Olalla, Escalona, Almorox, Carriches, Domingo Pérez, etc. con sus respectivos artículos, donde se relatan los principales acontecimientos acaecidos en estos años.

Carriches tuvo un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos, tanto que en el libro nuestro pueblo ocupa 46 páginas, sólo superado por Torrijos.

Allí podréis encontrar una breve semblanza de Carriches, situada de camino entre Toledo y Talavera de la Reina, en el periodo de tiempo que transcurre entre 1808 y 1834.

La invasión francesa, el tránsito de tropas, la guerra de la independencia en un primer momento (1808-1812) y la posguerra inmediata (1813-1834), en la que los gastos se hicieron excesivos para un pueblo masacrado con continuas requisiciones.

Pasearán por el Carriches de otro tiempo, el que fue, con calles intransitables, embarrancadas por las incesantes lluvias; campos arrasados por las plagas de langosta; gentes que se ganaban el pan con un trabajo duro en el campo.

Una vida diaria conocida a través de los documentos y las fuentes impresas, que se van parcheando en sus baches con multitud de historias y tradiciones llegadas hasta nosotros en el recuerdo de nuestros abuelos.

A ellos, y a todos los vecinos de Carriches, que lucharon por recuperar la independencia local años atrás conseguida de manos del rey Fernando VI, dedico el relato de los hechos acontecidos en la Villa de Carriches durante la Guerra de la Independencia.

Con los datos puestos sobre la mesa, considero importante el papel jugado por el pueblo y sus gentes en el desarrollo de los acontecimientos, en el paso de tropas, acantonamiento de las mismas, su manutención y su apoyo logístico a nivel provincial.

Y si importante fue el paso de las tropas, tanto españolas como francesas, no menos fueron las privaciones sufridas por sus vecinos durante años para revertir sus recursos en las tropas aliadas que combatían contra los invasores.

Nadie dejará de valorar en su justa medida la importancia de Carriches en la contienda, que manchó de sangre sus calles en acciones de heroicidad, que se desangró en víveres para mantener a sus defensores y que fue masacrado por los franceses en el robo de sus granos.

El segundo de los libros, “Retablos en la Comarca de Torrijos”, presentado el pasado mes de enero en el auditorio del Palacio de Pedro I de Torrijos, no se trata sólo de un corpus o catálogo de los retablos comarcales más notables desde el siglo XVI al XVIII; sino también de un estudio de los caracteres artísticos y estilísticos del retablo; así como de los aspectos sociales, económicos y profesionales de los artistas, autóctonos y foráneos; los cuales, desde los centros artísticos de la provincia, atendieron la demanda de este género.

Los objetivos de este trabajo se dirigen al conocimiento del rico y variado muestrario de retablos de la zona, el cual constituye parte esencial de nuestro patrimonio artístico desde el Renacimiento hasta el Barroco. Se trata, pues, de ofrecer un estudio global, de conjunto, sobre tan importante manifestación de arte sacro; a la vez que un análisis individualizado. En definitiva, conocer para admirar su riqueza y variedad, para conservar y evitar más destrucciones y deterioros, para legar a las generaciones futuras una herencia valiosa.

En cuanto a Carriches, conserva su parroquia un retablo renacentista de gran calidad artística, cuyos autores, de primer orden, plasmaron un programa iconográfico muy completo.

A través de los protocolos notariales conocemos sus nombres: Francisco de Linares, autor de los trabajos de escultura; Juan de Tovar, de la talla y arquitectura propiamente dicha; y la pintura de Isaac de Helle.

En el primer cuerpo del retablo se incluyen dos escenas del Evangelio, con las que se representa el ciclo de la Navidad: la Encarnación y la Natividad. Pese a lo conocido de ambos temas no se sacrifica ningún detalle, así se explica que en la primera de ellas, la Anunciación, incluyan tanto los elementos más usuales como el florero con azucenas símbolo de virginidad, y la filacteria que porta Gabriel con el texto de la salutación a María, como los que aluden a los últimos dictados trentinos, representando a una Virgen "intelectual" ocupada en el estudio de las sagradas escrituras en el interior de su habitación (cuyo ingreso y lecho descubrimos al fondo), y no a una muchacha asustada al ser interrumpida de sus labores manuales, como solía representarsela en décadas anteriores.

El segundo cuerpo se dedica a la hagiografía, la vida de los Santos: en el centro, el titular de la iglesia, San Pedro en cátedra, advocación no excesivamente frecuente, que conmemora la elevación del santo a su Cátedra de Antioquía, pero que, como en este caso, se suele aprovechar para representarle con la magestad que corresponde al primer pontífice romano, revestido de capa, guantes y tiara de triple corona, ornamento que se había incorporado a la iconografía de los papas a partir del siglo XV. Este cuerpo dedicado a los santos se completa con dos escenas pintadas: Santa Catalina de Alejandría en su representación tradicional sacada de la narración medieval de la Leyenda Dorada de Jacopo da Varagine con los atributos de tal historia entre los que destaca su más famoso instrumento de martirio, la rueda dentada rota, pero representando también la espada que alude a su decapitación, la corona que rechazó y su pie sobre la cabeza de su torturador, Majencio, ya que, según otra de las historias de la misma leyenda, fue vencido por Constantino gracias al signo de la Cruz que Catalina había defendido. La última pintura, pensamos que sería la figura masculina de un santo, aunque no podamos asegurar cuál, ya que la tabla original fue sustituida en el primer tercio del siglo XVII por el lienzo que hoy contemplamos de los estigmas de San Francisco, si bien no se puede excluir que, dado que es un santo de enorme devoción, se mantuviera el tema, aunque se sustituyera la obra.

En el ático, un Calvario, única pieza de la calle central para la que los documentos no nos dan autoría. En su caja, en 1780, había un Cristo que en tal fecha fue bajado para ser objeto de culto independiente. Tal vez al llevarse a cabo la bajada de esa talla, en su lugar se colocó el lienzo del Ecce Homo que remató el conjunto hasta la restauración de 1982, momento en que se colocó el actual Calvario, procedente del retablo de Adovea. Al ser de dimensiones más reducidas de las que debió tener el original, los restauradores se vieron obligados a prescindir del basamento sobre el que apoyaban las tres imágenes, y que hoy se guarda en la sacristía, realizando, en su lugar, sendas peanas para María y el Apóstol, con lo que aumentaban su altura, y colocando la Cruz no sobre la base de la caja, sino sobreelevada, sin ningún tipo de apoyo.

Dios Padre, preside el conjunto desde el frontón del ático.

En este momento sólo cabe felicitar a los actuales moradores de Carriches por contar con uno de los escasos retablos renacentistas de la zona, y si nuestros antepasados fueron capaces de conseguir el mejor conjunto que en cada momento estuvo a su alcance, no me cabe duda que entre todos lograremos mantenerlo, puesto que libros como el que ahora se presenta demuestran un claro interés por el patrimonio histórico y no existe mejor garantía de conservación que la preocupación por su estudio.

Hasta aquí esta breve reseña de los dos libros presentados, “La Comarca de Torrijos durante la Guerra de la Independencia” y “Retablos en la Comarca de Torrijos”. Editados por el Instituto de Estudios Comarcales “Señoríos de Entre-Ríos”, estamos preparando una nueva investigación sobre las cuevas y subterráneos de la comarca, como ya os anunciaba en la Revista Adovea. Espero contar con vuestra colaboración.

Vamos a ir acabando. Nuestra asociación, Patrimonio Cultural Villa de Carriches se fundó en el año 1997 con la idea de investigar, recopilar y conservar el Patrimonio Histórico de la Villa de Carriches.

No es falsa modestia reconocer los presuntos méritos conferidos a esta asociación, sin dejar de afirmar con rotundidad que dicho honor es fruto del trabajo en equipo de todos y cada uno de los compañeros de la Asociación y también de muchos carrichanos que nos han apoyado desde el principio en nuestros fines, en la tan noble labor de investigar y divulgar nuestra historia, así como también velar y defender la conservación de nuestro Patrimonio Artístico e Histórico. Estas dos nuevas publicaciones nos acercan un poco más a esos fines.

Muchas gracias por vuestra presencia, y gracias por haber perdido un rato de vuestro tiempo para asistir a esta presentación.

Carriches, 6 de septiembre de 2013

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